POR QUÉ INICIAR UN TRATAMIENTO?


A lo largo de nuestra vida todos nos podemos hacer la pregunta de si necesitamos hacer un tratamiento, ya sea para afrontar una situación conflictiva o porque nos encontramos en una posición que no deseamos y que nos incomoda repetidamente.

Es entonces cuando se puede abrir una interrogación para nosotros y hacernos, por ejemplo, alguna de estas preguntas:

¿Por qué me siento deprimido?
¿Por qué me angustio justamente cuando estoy de vacaciones?
¿Por qué me da miedo viajar en avión?
¿Por qué me engordo o me adelgazo excesivamente en ciertas épocas de mi vida?
¿Por qué mis relaciones de pareja fracasan repetidamente?
¿Por qué me quedo “en blanco” cuando tengo que hablar en público?

Los motivos por los cuales se origina esta pregunta son diferentes para cada uno. Tomar la decisión de iniciar un tratamiento puede no ser fácil, pero es condición necesaria para obtener la respuesta a la pregunta que cada uno se formula.
La búsqueda de las causas desemboca en la resolución del conflicto permitiéndonos vivir mejor, sufrir y hacer sufrir menos.
 
Será necesario crear un lugar para la palabra, favoreciendo la expresión del malestar y el descubrimiento del compromiso propio. Un tratamiento no garantiza la felicidad, pero sí ofrece la resolución del malestar para recuperar el deseo de vivir.